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INTELIGENCIA ARTIFICIAL


INTELIGENCIA ARTIFICIAL

ResultadosClick to read  

Este modulo contestará a las siguientes preguntas:

-¿Cuál es el efecto que la Inteligencia Artificial tiene sobre los individuos?
- ¿Cómo ha cambiado la relación entre las máquinas y los seres humanos?
- ¿Cuáles cambios implica la «Segunda Edad de las Máquinas» en el mundo del trabajo?
¿Cuáles han sido los saltos en adelante más importantes en la historia de la humanidad?Click to read  

 

Como entiende casi en seguida quien intenta hacerse esta pregunta, es difícil dar una respuesta.

Para empezar, ¿cuándo empieza la «historia de la humanidad»?

 

Hay algunas evoluciones importantes que no      tienen nada que ver con los animales, las  plantas o los guerreros. Algunas son simples ideas.

El filósofo Karl Jaspers nos recuerda que Buda (563-483 a.C.), Confucio (551- 479 a.C.) y Sócrates (469-399 a.C.) vivieron más o menos   en el mismo período, pero en lugares muy lejanos.

En su análisis ellos son los pensadores centrales del Período axial, que va del 800 al 200 a.C.

Jaspers lo define «una profunda respiración que favorece la conciencia más lúcida» y añade que sus filósofos regalaron fértiles escuelas de pensamiento a las mayores civilizaciones: india, china y europea.

 

 

En Why the West Rules - For Now  Morris enfrenta una cuestión aún más importante: si tiene sentido o si es legítimo intentar clasificar o comparar los hechos y los progresos de la humanidad.

Muchos antropólogos y muchos especialistas en ciencias humanas afirman que no lo es.

 

¿Cómo decidimos cuál es el más importante entre estos saltos en adelante? Click to read  

 

Morris no estaba de acuerdo y su ensayo es un intento de medir el desarrollo humano. Cómo escribe él mismo: «reducir el océano de los hechos a simples resultados numéricos tiene inconvenientes, pero tiene también el gran mérito de obligar a todo el mundo para que enfrenten el mismo dato, con resultados sorprendentes».

Dicho de otras formas, si queremos entender cuales son los progresos que han desviado la curva de la historia humana, es bastante lógico intentar de rastrearla. 

Por muchos miles de años, la humanidad siguió una trayectoria ascendiente muy gradual. El progreso era penosamente lento, casi invisible.

Animales y granjas, guerras e imperios, filosofías y religiones, nada conseguía tener gran influencia.

Pero, poco más que hace dos siglos, llegó un fenómeno repentino y profundo que desvió de casi 90° la curva de la historia humana, de la población total y del desarrollo social. 

 

 

Podemos ser aún más precisos especificando cuál tecnología fue la más importante: la máquina de vapor, o, para ser aún más concretos, la máquina de vapor desarrollada y mejorada por James Watt y sus compañeros en la segunda mitad del siglo XVIII.

Por supuesto, la Revolución industrial no es simplemente la historia del motor de vapor, pero es del vapor que todo empezó.

 

Máquinas del progreso: el impacto de la tecnologíaClick to read  

Y ahora llega la segunda edad de las máquinas.

Los ordenadores y las otras innovaciones digitales están haciendo para nuestra fuerza mental, para la capacidad de utilizar nuestro cerebro para que entienda e influya en nuestro ambiente, lo que la máquina de vapor y sus epígonos hicieron para la fuerza muscular.

Nos permiten superar los límites anteriores y nos llevan a un territorio desconocido.

Para el progreso y el desarrollo, para controlar el ambiente físico e intelectual donde hacer unas cosas, la fuerza mental es importante tanto como la fuerza física.

Un impulso tan poderoso y sin precedentes a la potencia mental debería de ser un gran estímulo para toda la humanidad, como pasó con el impulso a la potencia física.

 

Jugar al pillapillaClick to read  

Los últimos años han sido sorprendentes.

Los ordenadores han empezado a diagnosticar las enfermedades, a escucharnos y a hablar con nosotros, a escribir prosa de muy buena calidad, mientras que los robot han empezado a trasladarse rápidamente en los almacenes y a conducir los coches sin ayuda o con una ayuda mínima.

Las tecnologías digitales por muchos años se demostraron ridículamente incapaces en muchas de estas actividades, luego, de repente, llegaron a ser muy buenas.

¿Qué ha pasado?

¿Cuáles son las implicaciones de este progreso, sorprendente y, sin embargo, ya considerado ordinario?

¿Cómo vamos?Click to read  

Vivimos en una época que hace progresos increíbles en las tecnologías digitales, las que sitúan en el centro a los hardware, software y redes informáticas.

No se trata de tecnologías inéditas, las empresas disponen de los ordenadores desde hace medio siglo y, ya en el lejano 1982, la revista Time definió el ordenador la «máquina del año».

Sin embargo, así como fueron necesarias muchas generaciones para mejorar la máquina de vapor hasta que consiguieron proporcionar energía a la Revolución 

Industrial, otro tanto hizo falta para desarrollar nuestras máquinas digitales.

Los ordenadores seguirán mejorando y haciendo cosas nuevas, sin precedentes.

Con «llena expresión de potencia» se entiende simplemente que los ladrillos ya están en su sitio, para que las tecnologías digitales puedan demostrarse importantes y capaces de trasformar la sociedad y la economía, tanto como la máquina de vapor.

En pocas palabras, estamos en un momento decisivo, en un momento en que la curva sube, gracias a los ordenadores. Estamos entrando en segunda época de las máquinas.

Nuestra segunda conclusión es que las transformaciones llevadas por la tecnología digital serán profundamente benéficas.

Nos estamos acercando a una época que no sólo será diferente, sino también mejor, porque podremos aumentar tanto la variedad como el volumen de nuestro consumo.

Así expresada, o sea utilizando el árido vocabulario de la economía, casi parece un escenario impropio. ¿Quién es que quiere consumir cada vez más?

Pero nosotros no consumimos sólo calorías y gasolina.

Consumimos información de libros y amigos, diversión ofrecida por las grandes celebridades y también por los aficionados, experiencia por profesores y doctores e innumerables otras cosas que no están hechas por átomos.

La tecnología puede ofrecernos mucha posibilidad de elección e incluso más libertad.

Cuando estos bienes están digitalizados, cuando se convierten en muchos bit que se pueden archivar en un ordenador e inviar en la red, adquieren algunas cualidades raras y maravillosas. 

Están sujetas a una economía diferente, en la que la abundancia, y no la escasez, es la norma.

Como demostraremos, los bienes digitales no son como los físicos, y estas son diferencias que cuentan. 

Los bienes físicos siguen siendo esenciales, y casi todos querríamos tenerlos en mayor medida, en mayor calidad y variedad.

No importa si deseamos comer más: todos querríamos comer mejor y más diferenciado.

No importa si queremos quemar más hidrocarburos fósiles: de todas formas, querríamos poder visitar muchos más lugares que tienen mucha comodidad.

Los ordenadores nos están ayudando a conseguir estos objetivos y muchos más.

La digitalización está mejorando el mundo físico, y estas mejoras pueden llegar a ser más importantes.

Los históricos de la economía están ampliamente de acuerdo sobre el hecho de que, como dice Martin Weitzman, «el crecimiento a largo plazo de una economía avanzada está dominada por el progreso técnico».

Como demostraremos en estas páginas, el progreso técnico está mejorando exponencialmente.

 

En su carrera el progreso tecnológico retendrá a alguien, a lo mejor mucha gente. Como enseñaremos, nunca ha habido un momento mejor para ser un trabajador especializado o instruido en el justo sentido del termino, porque este es el tipo de persona que puede utilizar la tecnología para crear y captar valor.

Pero nunca ha habido un momento peor  para ser un trabajador que puede ofrecer sólo capacidades «ordinarias», porque el ordenador, el robot y otras tecnologías digitales están adquiriendo las mismas capacidades y competencias a una velocidad inimaginable.

Casi todas las innovaciones descritas en este capítulo han llegado en los últimos años.

Las hemos encontrado en los sectores en que los progresos fueron lentos por mucho tiempo, en los cuales se llevaron a cabo estudios atentos que permitieron llegar a la conclusión que no hubiera habido una aceleración. 

Luego, después de mucha gradualidad, el progreso digital llegó de repente. 

Llegó en muchos sectores, de la inteligencia artificial a los coches que conducen por si mismos, a la robótica.

¿Qué pasó? ¿Fue suerte o la confluencia de muchas mejoras felices pero improvisadas? 

 

 

 

 

 
Tecnologías de utilidad general: las que realmente importanClick to read  

Gordon y Cowen consideran esencial por el progreso económico el invento de las tecnologías poderosas. 

De hecho los históricos de la economía, suelen están de acuerdo sobre algunas tecnologías, las cuales son tanto significativas como para acelerar la normal marcha del avance económico. 

Para hacerlo, deben difundirse en muchos sectores, o casi en todos,  no pueden quedarse ancladas en uno solo.

La máquina de vapor y la energía eléctrica, en cambio, se difundieron rápidamente casi en todas partes.

La máquina de vapor no solo aumentó masivamente la cantidad de energía disponible para las fábricas, sino también revolucionó los viajes por tierra y por mar, permitiendo el nacimiento de los ferrocarriles y de los barcos de vapor.

La electricidad dio un impulso mayor a las fábricas, permitiendo que las máquinas  fueran alimentadas individualmente.

Además, iluminó los establecimientos, las oficinas y los almacenes, llevando a otras innovaciones como el aire acondicionado, que hizo agradables los puestos de trabajo.

Los economistas definieron las innovaciones como la energía de vapor y la eléctrica «tecnologías de utilidad general» (GPT).

El histórico de la economía Gavin Wright nos ofrece una definición concisa: «Ideas o técnicas radicalmente nuevas  que tienen un impacto potencialmente importante en muchos sectores de la economía».

Aquí, por «impacto» entendemos ese empuje significativo hacia el resultado, debido a las grandes ganancias en la productividad.

Las GPT son importantes porque son económicamente significativas, porque discontinúan y aceleran el normal avance del progreso económico. 

Dice Cowen: «las ventajas de Internet son muy concretas y están aquí para ser alabadas, no criticadas  [...]. El cuadro general es este: disfrutamos más también gracias a Internet. Y disfrutamos gastando menos dinero. [Pero] son malos por lo que concierne las ganancias, por tanto es difícil pagar nuestras deudas, ya que se trate de los individuos, de las empresas o del gobierno.

Las TIC del siglo XXI, en pocas palabras, suspenden el examen principal, el que les pide que se muestren económicamente significativas.

Se han presentado los aspectos más notables de la segunda época de las máquinas:

Estas tres fuerzas nos están garantizando conquistas que trasforman la ciencia ficción en la realidad de todos los días.

Inteligencia humana y artificial en la segunda época de las máquinasClick to read  

Así como los bienes gratuitos, en vez de los productos físicos, constituyen un trozo cada vez más importante del consumo, los intangibles son también una  cuota creciente del capital asset de la economía, los bienes capitales físicos.

La producción en la segunda época de las máquinas se basa menos en las máquinas y en las estructuras físicas (los capital asset) y más en las cuatro categorías del Asset intangibles:

La segunda, y aún más amplia, categoría de intangibles es el capital organizativo como los nuevos procedimientos de gestión, las técnicas de producción, las formas de organización y los modelos de negocios.

El uso eficaz de las nuevas tecnologías de la segunda edad de las máquinas requiere casi invariablemente unos cambios en la organización del trabajo. 

Los contenidos generados por los usuarios son una tercera categoría, más pequeña pero en rápido crecimiento, de activo intangible.

Los usuarios de Facebook, YouTube, Twitter, Instagram, Pinterest  y otras formas de contenido online no solo consumen los contenidos gratuitos e confiscan los surplus del consumidor de que hablamos antes,  sino producen también gran parte de los contenidos. 

A diario se añaden 43.200 horas de nuevos videos en YouTube, y cada día se suben 250 millones de nuevas fotos en Facebook.

Además  los usuarios proporcionan contenido valioso, aunque no se mida, bajo forma de comentarios en páginas web como Amazon, TripAdvisor e Yelp.

Los contenidos generados por los usuarios incluyen también la simple información  binaria utilizada para clasificar los comentarios y presentar más en alto el contenido mejor, por ejemplo cuando Amazon pregunta «¿este comentario ha sido útil?»

Las empresas de hardware y de software hoy compiten para mejorar la productividad de las actividades relativas a los contenidos generados por los usuarios. 

Por ejemplo, los smartphone y las App para smartphone prevén herramientas fáciles o automáticas para subir las fotos en  Facebook.

Este contenido tiene valor para los otros usuarios y se puede considerar otro tipo de capital asset intangible que se añade a nuestra riqueza colectiva. 

La cuarta y más gorda categoría es el valor del capital humano. Los muchos años que todo el mundo pasa en el colegio para aprender a leer, escribir y hacer cuentas, además de las actualizaciones adicionales que pueden pasar en el trabajo o remitidos por nosotros, nos hacen más productivos y, en algunos casos, más intrínsecamente gratificantes.

El economista Adam Smith entendió que uno de los grandes  inconvenientes de la primera época de las máquinas fue que obligaba a los trabajadores para que desarrollaran las tareas repetidoras. En el 1776 se dio cuenta que: «El hombre que pasa su vida entera haciendo pocas Operaciones sencillas, cuyos efectos son a lo mejor siempre los mismos, o casi, no puede practicar el entendimiento».

Las inversiones en el capital humano llegarán a ser aún más importantes con el aumento de la automación de los trabajos de rutina y de la necesidad de creatividad humana.

La brecha. Un ejemplo: la fotografíaClick to read  

Comparad estas cifras con las del coloso predigital Kodak:

La Kodak, en un momento dado, dio trabajo a 145.300 personas, un tercio de las cuales en Rochester, New York, mientras que indirectamente tenía muchos otros millares de trabajadores a  través de la gran cadena de proveedores y canales de distribución minorista necesarios para las empresas de la primera edad de las máquinas.

La Kodak enriqueció a su fundador, pero proporcionó también puestos de trabajo bien pagados a muchas generaciones de personas.

Desafortunadamente, 132 años después, unos meses antes que Instagram se vendiera a Facebook, la Kodak declaró bancarrota. Sin embargo la fotografía nunca había sido tan popular.

Hoy en día, en Facebook se suben 70 mil millones de fotos cada año casi sin coste. Todas estas fotos son digitales: por tanto los cientos de miles de personas que trabajaban en la producción de sustancias químicas y de papel para la fotografía ya no son necesarias.

 

La fotografía no es un ejemplo aislado de esta transición. Historias similares fueron y serán contadas también en el sector de la música y de los media, en la financia y en la publicación, en el comercio, en la distribución, en los servicios y en la producción.

En casi  todos los ámbitos el progreso tecnológico llevará a una abundancia sin procedentes.

Se creará más riqueza con menos trabajo.

 

 

 

Sin embargo, por lo menos en nuestro sistema económico actual, este progreso tendrá también efectos enormes en la distribución de los ingresos y de la riqueza.

Si el trabajo desarrollado por una persona en una hora puede ser realizado por una máquina por un dólar, entonces un empresario interesado en maximizar los beneficios no ofrecerá un salario superior al dólar por ese trabajo.

La combinación de abundancia y división pone en crisis dos visiones del mundo populares aunque contradictorias.

Ambas visiones tienen algo de verdad, pero la verdad es siempre más matizada.

Los rápidos progresos de nuestras herramientas digitales están creando un bienestar nunca visto antes, pero no existe una ley económica que garantice que todos los trabajadores, o incluso solo la mayoría, se beneficien de dichos progresos.

Podríamos llamarlo cambio técnico distorsionado a favor del talento.

En muchos sectores, la diferencia de riqueza entre el primero y el segundo se ha convertido en un abismo. 

Los residuos crecientes en los salarios entre las personas que se han graduado y las que no, y entre los propietarios de capital y los trabajadores, fueron ridiculizados por cambios en alto aun más grandes.

Como ya se señaló, entre el 2002 y el 2007 el 1% más rico obtuvo los dos tercios de todos los beneficios procedentes por el crecimiento de la economía estadounidense. 

¿Por quién estaría compuesto este 1%?

El economista Steven Kaplan de la Universidad de Chicago descubrió que casi todos trabajan en otros sectores: en los grandes medios de comunicación y en el entretenimiento, en el deporte y en los bufetes de abogados, o son emprendedores  o pertencenen a la alta dirección.

Las personas pueden seguir siendo preciosos operadores del conocimiento en la nueva época de las máquinas: la capacidad de ideación, de reconocimiento

de patrón en un amplio contexto y de comunicación compleja. 

Cada vez que sea posible, aprovechen de los entornos de aprendizaje autoorganizados, que tienen fama de ser capaces de desarrollar estas capacidades en las personas. 

Si no vas a la universidadClick to read  

Una de las pruebas materiales más fuertes que confirma que los estudiantes no adquieren las justas competencias es el trabajo de los sociólogos  Richard Arum y Josipa Roska resumido en su libro Academically Adrift: Limited Learning on College Campuses

Arum e Roska utilizaron el Collegiate Learning Assessment (CLA), una prueba Desarrollada recientemente que los estudiantes universitarios tienen que hacer para evaluar su  capacidad de pensamiento crítico, comunicación por escrito, resolución de problemas y razonamiento analítico. 

Aunque el CLA se lleva a cabo en el ordenador, pide que escriban relatos en cambio de dar respuestas a las pruebas de elección múltiple.

Una de sus componentes principales es la «performance task» que presenta a los estudiantes un conjunto de documentos justificativos y les otorga 90 minutos para redactar un ensayo, en el cual tendrán que sacar la información de los documentos recibidos y desarrollar un punto de vista o una recomendación.

En resumen, la performance task es una válida prueba sobre la capacidad de ideación, reconocimiento de patrón y comunicación compleja. 

¿Qué puede explicar estos resultados decepcionantes?

Arum, Roska y los compañeros demuestran materialmente que hoy en día los universitarios dedican solo el 9% de su tiempo en estudiar (con respeto al 51% dedicado a la "socialización, actividades recreativas y otro"), mucho menos que en las décadas anteriores, y que sólo el 42% declara haber seguido en el semestre precedente un curso que requiriera  leer por lo menos cuarenta  páginas por semana y escribir por lo menos veinte páginas en total.

Pero los autores descubren también que, en cada universidad examinada, algunos estudiantes demuestran una gran mejora en el CLA.

En general, son los que pasaron más tiempo estudiando (especialmente por su cuenta), siguieron los cursos que requerían muchas lecturas y elaborados y tenían profesores más exigentes.

Arum, Roska y los compañeros siguieron más de 2300 estudiantes ocupados a jornada completa en un curso de cuatro años en un buen número de colegios y universidades estadounidenses. Su descubrimiento es alarmante:

La mejora promedia en las pruebas después de cuatro años era bastante limitado.

 

Recomendaciones políticasClick to read  

Cuando la tecnología avanza muy rápido, es difícil que la educación pueda seguirle el paso, de hecho la disparidad suele crecer.

Al haberlo entendido en los primero años del siglo pasado, los Estados Unidos invirtieron por negligencia en la educación básica.

Goldin informa que en el 1955, por ejemplo, casi el 80% de los niños estadounidenses entre los quince y los diecinueve años estaba matriculado en la segundaria, en ese momento, el porcentaje era más que el doble que en cualquier país europeo.

En el último medio siglo, esa gran ventaja estadounidense en la educación primaria desapareció y hoy el país no va más allá de las posiciones centrales entre los países ricos, e incluso peor en algunas de las asignaturas importantes.

La investigación más reciente del Programa para la evaluación internacional de los estudiantes (PISA) del OCDE, la Organización para la cooperación y el desarrollo económico, llevada a cabo en el 2009, descubrió que los quinceañeros están en

Apoyo a nuestros científicosClick to read  

Después de haber crecido por un cuarto de siglo, en el 2005 las ayudas del gobierno federal en la investigación académica básica empezaron a disminuir. Eso está causando cierta preocupación, porque la economía enseña que la investigación básica tiene grandes repercusiones positivas. Ese dato banal, de hecho, crea un papel para el gobierno, cuyos dividendos podrían ser enormes.

Internet, solo para hacer un ejemplo famoso, nació por la investigación del Ministerio de Defensa estadounidense para montar redes a prueba de balas.

Los sistemas GPS, las pantallas táctiles, los software de reconocimiento de voz como Siri de Apple y también muchas más innovaciones digitales proceden de la investigación básica financiada por el gobierno. Es bastante lógico decir que hardware, software, redes y robot no existirían en el volumen, en la variedad y en las formas  que conocemos sin los continuos fondos públicos. 

Recomendaciones a largo plazoClick to read  

El elemento que cambiará con mayor probabilidad y que llevará problemas y retos es un aspecto de que todavía no hemos hablado:

En las economías capitalistas actuales casi todos adquieren dinero para comprar cosas ofreciendo su proprio trabajo a la economía. Casi todos somos trabajadores, no dueños de capital.

Sin embargo, si las teorías sobre AI, androides y la Segunda Época de las máquinas son correctas, este intercambio secular, con el tiempo, llegará a ser menos factible.

 

Un buen número de economistas está preocupado por el posible fracaso del capitalismo.

Muchos de ellos propusieron la misma solución sencilla: dar dinero a la gente.

El gobierno podría distribuir cada año la misma cantidad de dinero a todos los ciudadanos, sin realizar ninguna evaluación para comprobar quien lo necesita de verdad o quien debería recibirlo en mayor o menor cantidad.

Hoy el salario mínimo no es parte del debate político oficial, pero tiene una historia sorprendentemente larga y se mantuvo a un paso de convertirse en realidad en América en siglo XX. 

Uno de sus primeros defensores, el activista político angloamericano Thomas Paine, en su folleto de 1797 Agrarian Justice deseaba que todos recibieran una cantidad, en una sola vez,

al llegar a la edad adulta, para compensar la injusticia de que algunos nacieron en una familia de terratenientes  y otros no.

 

 

Entre los defensores posteriores encontramos el filósofo Bertrand Russell y el líder del movimiento por los derechos civiles Martin Luther King Jr., que escribió en el 1967:
«Ya estoy convencido que la estrategia más simple se demostrará la más eficaz. La solución para la pobreza es abolirla directamente, con una medida que hoy se debate ampliamente: el ingreso garantizado»

El presidente que fue elegido ese año, el republicano Richard Nixon, trató de convertirla en una ley durante todo su primer periodo.

En un debate del 1969 propuso un Family Assistance Plan que tenía muchos aspectos de un programa de salario mínimo.

Ese plan, fue apoyado por todos los partidos ideológicos, pero tuvo también un grupo grande y diversificado de contestatarios.

Al economista conservador y ganador del  premio Nobel Milton Friedman no le gustaba la intervención del Estado, aún así, estaba a favor de lo que llamó «impuesto negativo» para ayudar a los pobres.

Así lo explicó en una aparición televisada del 1968:

«Bajo las leyes presentes tenemos un impuesto positivo sobre la renta que todos conocemos  [...]. Conforme en el mismo, si eres la cabeza de una familia de cuatro personas, por ejemplo, y tienes 3000 dólares de rédito, no pagas los impuestos ni recibes ninguna contribución. Te encuentras en el umbral de la exención fiscal.

Imagina que tienes un ingreso de 4000 dólares. Entonces tienes una renta gravable  positiva de 1000, sobre la cual a los tipos actuales (14%) pagas 140 dólares de impuestos.

En cambio, imagina que tengas una renta de 2000 dólares. Tienes derecho a deducciones y exenciones de un imponible de 3000, que en una renta de 2000 significa que tienes un imponible [...] negativo de 1000. Pero actualmente, de acuerdo con las normas vigentes, no te aprovechas de esta deducciones no utilizadas. El sentido de un impuesto negativo es que,  cuando tu renta está debajo del umbral de inciensa, obtienes una fracción pagada «por» el gobierno. Recibes dinero en vez de darlo».

El impuesto negativo sobre la renta une el salario mínimo garantizado a un incentivo para trabajar.

Bajo el umbral del ejemplo (que en el 1968 era de 3000 dólares, pero en el 2013 sería de 20.000), cada dólar ganado aumenta la renta total de uno y medio. Esto anima a la gente a empezar a trabajar y a encontrar un trabajo más,  aunque el salario que recibe por esto sea bajo.

Le anima también a hacer la declaración de la renta y a convertirse así en parte de la mano de obra clásica e visible.

 

 

 

BibliografíaClick to read  

1) Kurzweil R., The Age of Spiritual Machines, New York, Viking Press, 1999

2) Brynjolfsson E., McAfee A., La nuova rivoluzione delle macchine, Milano, Feltrinelli, 2015

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